Una noticia triste para los fanáticos de la cantante y es que así lo ha decidido ella; se retirará de los escenarios mientras su padre James Spears siga siendo su tutor.
El pasado martes, una jueza de la corte superior de Los Ángeles se negó a acceder a la petición de la artista de recuperar el control de su vida, carrera musical y dinero, que desde hace 12 años está bajo el control de su padre.
A favor de la suspensión, el abogado de la famosa cantante declaró a la jueza que su cliente le había informado que “le tiene miedo a su padre”, que por eso “no volverá a actuar si él sigue a cargo de su carrera”.
La “tutela” comenzó en 2008 cuando la cantante atravesaba un duro periodo de inestabilidad emocional y tuvo fuertes crisis en público.
La misma artista reconoció que el arreglo de tutela fue necesario cuando se estableció y muy probablemente salvó su carrera, sin embargo ya no la considera necesaria.
Todo esto ocurre en medio de la campaña #FreeBritney, la cual afirma que el padre de la intérprete de “Stronger” está siendo controlada y manipulada en contra de su voluntad.