Sabemos que un padre haría todo por sus hijos tal y como hizo Luis Felipe, un hombre de 46 años que trabaja como técnico industrial y vive en Brasil con su esposa quien es abogada y con su hijo Lucas Weberling, quien tiene autismo.
Es por esta razón que Luis Felipe decidió inscribirse con él a la universidad, pues quería acompañarlo durante un tiempo para ayudarlo a socializar.
Durante su estancia en la preparatoria, Lucas sufrió acoso debido a su condición autista y al entrar al nivel de estudios superior, tenía temor de que nuevamente tuviera que vivir esa terrible experiencia. Es por ello que su padre decidió matricularse también, ambos en la carrera de Derecho.
La idea principal era solo acompañarlo hasta el cuarto periodo de estudios sin embargo, con el paso del tiempo, el papá terminó enamorado de la licenciatura por lo que decidió terminarlo.
Con mucho esfuerzo pero juntos, hacían sus tareas, exposiciones e incluso estudiaban juntos.
Ambos ahora pueden ejercer como abogados y demostraron que no existen límites.