Luego de un inicio prometedor, el Barcelona ha comenzado a sufrir sus primeros reveses en el mercado de verano. El conjunto catalán rápidamente confirmó las incorporaciones de Sergio Agüero, Éric García y Emerson Royal, pero esta semana se cayó el fichaje de Georgino Wijnaldum, con quien ya tenían prácticamente todo amarrado. Por si fuera poco, el diario ‘Sport’ confirma lo que era un secreto a voces: Ousmane Dembélé no ha respondido a las ofertas de la directiva para renovar y desde el interior del equipo temen que el francés se encuentre en negociaciones con otro club para llegar gratis cuando finalice su contrato en verano del 2022.
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La directiva le ha hecho llegar al ‘Mosquito’ una propuesta de renovación por tres años más, que ni el futbolista ni su entorno se han molestado en contestar. Ante la incertidumbre, Laporta ha forzado una reunión con sus representantes, pues comienzan a pensar lo peor y en épocas en donde la prioridad es lo económico, no piensan dejar salir libre a un futbolista que le costó tan caro. Anteponiéndose a lo peor, el Barcelona no descarta vender al jugador este mismo verano, para así poder afrontar un fichaje de renombre que pueda sustituirle a corto plazo.
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Si bien la prioridad de la directiva no es el ataque -Agüero y muy probablemente Memphis Depay se unirán-, el dinero de Dembélé podría ayudar a reforzar las zonas del campo menos nutridas del Barcelona: el mediocampo y la defensa. De acuerdo al diario ‘Sport’, el Barcelona sondea los nombres de Joules Koundé y Matthijs de Ligt como posibles refuerzos en defensa, mientras que ante la caída del fichaje de Wijnaldum piensan en İlkay Gündoğan. Además, del Manchester City tampoco descartan una ofensiva por Raheem Sterling o Gabriel Jesús, si la oportunidad de mercado se diera.
