Una vez finalizado el mercado de verano, y a la espera de que se oficialice la cesión de Miralem Pjanic al Besiktas, el Barcelona ha definido su plantel de cara a la temporada 2021-2022. Víctima de una crisis económica sin precedentes, el club tuvo que deshacerse de algunas de sus máximas estrellas -Lionel Messi y Antoine Griezmann, entre otros- y se tuvo que conformar con las incorporaciones gratuitas de Éric García, Sergio Agüero, Memphis Depay y Luuk De Jong. Ante tantos movimientos, los aficionados se han sorprendido con los nuevos dorsales del primer equipo.
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Si bien la mayor sorpresa fue la dada por Ansu Fati, quien asumió el dorsal ’10’ vacante tras la salida de Messi, fue Ousmane Dembélé la más comentada. El delantero francés llegó en 2017 y desde entonces utilizó el número ’11’. Sin embargo, con la salida de su compatriota Griezmann, el ‘mosquito’ ha decidido volver a sus orígenes con el dorsal ‘7’ que lo llevó a brillar en el Borussia Dortmund.
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Desafortunadamente para la causa blaugrana, todavía falta para poder ver a Dembelé de regreso en las canchas. El francés, lesionado durante la Eurocopa en junio, apuntaba para cuatro meses de lesión, que podrían ampliarse por precaución del equipo médico del FC Barcelona. Si bien el futbolista ha demostrado fortaleza en su última lesión -ya hace gimnasio- el cuerpo médico no se fía y buscará dejarlo a tope para que regrese bajo las órdenes de Ronald Koeman a finales de octubre o principios de noviembre.
