El despido de Ronald Koeman le cuesta al Barcelona más de lo que sus 4 fichajes

El Barcelona se encuentra gestionando sus primeras operaciones en este mercado de verano, luego de haber perdido dramáticamente la posibilidad de pelear por el título de Liga en las últimas jornadas. Sin haber definido todavía si Ronald Koeman seguirá con el primer equipo, Joan Laporta ya tiene prácticamente amarrados a cuatro refuerzos: Georgino Wijnaldum, Sergio el ‘Kun’ Agüero, Éric García y Memphis Depay son algunos de los nombres que ya han confirmado negociaciones con el Barcelona, y sería cuestión de tiempo para que firmen como agentes libres en julio.

A principios de la semana, Laporta y Koeman sostuvieron una corta reunión en donde discutieron acerca del futuro. Al no llegar a ningún acuerdo en concreto, tanto presidente como director técnico optaron por esperar quince días para volver a sentarse y tomar una decisión definitiva. Desde que entró en labores como presidente, es sabido que a Laporta no le convence el trabajo del técnico holandés, pero la poca disponibilidad de nombres para sustituirlo –Guardiola, Xavi y García Pimienta están prácticamente descartados- ha obligado al presidente a esperar hasta amarrar a un reemplazo antes de decidir prescindir de Koeman, que costaría más de lo que el Barcelona gastaría en las cuatro incorporaciones de cara a la siguiente temporada.

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De acuerdo al diario ‘Sport’, cuando Ronald Koeman llegó al Barcelona, el conjunto blaugrana tuvo que pagar 5 millones de euros a la Federación Holandesa de Fútbol por la recisión de contrato del entonces seleccionador. Además, al momento de firmar contrato con el Barcelona, se estableció una clausula de penalización por cerca de 6 millones de euros, cantidad que el Barça deberá de abonar al holandés en caso de que decidan cesarlo en las siguientes semanas. Koeman firmó contrato por dos temporadas, razón por la cual el Barcelona deberá de pagar 7.2 millones de euros como indemnización. Sumadas ambas cantidades da un total de 13 millones, que en época de crisis económica representa un duro golpe para la entidad catalana.