Amiguis les cuento que después del fuerte terremoto que golpeó a Turquía y Siria, se conoció la historia de Aya, una niña siria que nació debajo de los escombros de un edificio al noreste de su país luego de que su madre entrara en trabajo de parto pocos minutos después del desastre, dando a luz antes de morir.
Aya quedó sola. Su padre y sus cuatro hermanos perdieron la vida en el terremoto y su hallazgo realmente fue un milagro. Por eso su nombre es Aya, que significa milagro en árabe.
Desde que la encontraron, la ‘bebé milagro’, ha recibido varias solicitudes de adopción e incluso algunas personas han llegado a ofrecer millones de dólares para quedarse con ella, lo que podría representar un gran problema para ella ya que incluso ha tenido tres intentos de robo en el hospital donde se encuentra internada.
Según reportes del Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, los ataques han sido perpetrados por grupos del noreste de Siria. En el último intento de robo, la ONG reportó que un grupo de hombres armados ingresaron al Hospital Cihan, agredieron al personal médico e intentaron llevarse a Aya.
Existen otras versiones de los intentos de robo que ha sufrido Aya. Hay una versión de que todo se trató de un malentendido y las directivas del hospital niegan que alguien haya intentado raptar a la niña.
«Las acusaciones de robo fueron un malentendido. Este fue un problema totalmente interno relacionado con el hospital y no tenía conexión alguna con el bebé», dijo el doctor.
PERO, ¿POR QUÉ EL DIRECTOR DEL HOSPITAL SE LLEVÓ A LA ‘BEBÉ MILAGRO’ PARA SU CASA SI EN EL HOSPITAL ESTABA SEGURA?
Khalid Attiah y su esposa están cuidando a Aya. De hecho, fue él quien la bautizó con ese nombre. Él es el que ha dicho públicamente que la niña no será dada en adopción y que su tutela la tendrá su tío abuelo Salah al Badran, uno de las pocos familiares que le quedan a la bebé.
«No permitiré que nadie la adopte ahora. Hasta que vuelva su familia lejana, la trataré como a una de los míos», dijo el doctor. Su esposa ha estado amamantando a Aya, pues hace cuatro meses tuvieron un hijo.