Penélope Menchaca es una de las conductoras más populares en México, pues desde hace varios años, se ha caracterizado por su irreverencia y su buen humor en los distintos proyectos en los que ha participado, sin embargo, recientemente sorprendió a sus seguidores al mostrar una faceta muy personal.
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Y es que durante un de las más recientes emisiones del matutino de TV Azteca, la conductora no pudo evitar llegar a las lágrimas mientras explicaba que en dos meses se convertirá en abuela, pero vive gran incertidumbre debido a que su hija se encuentra en Italia, uno de los países más azotados por la pandemia de Covid-19, por lo que no tiene garantizados los servicios de salud, está alejada de su familia y por el momento es imposible que realice cualquier viaje.
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Además, su compañera de emisión, Laura G, reveló que la conductora ha llorado en los foros de grabación por la difícil situación que vive su hija Yania y al tomar la palabra, Menchaca detalló que por la crisis sanitaria que se vive a nivel mundial no ha podido acompañar a su hija durante el embarazo e incluso no está segura de que pueda viajar para conocer a su nieta.
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“Ella no puede venir para acá, yo no puedo ir a visitarla, no sé si pueda ir cuando nazca la bebé, la veo nada más en video, yo quería traerla antes, poder disfrutar y poder estar con ella. Me da tristeza que ella tampoco ha podido disfrutar de su embarazo. No tiene a nadie, está con su marido, la familia del marido y se acabó, eso me parte el alma”, dijo entre lágrimas.
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Por su parte, por medio de un enlace, Yania aseguró que a pesar de las dificultades se encuentra bien de salud y esperando a que dentro de dos meses, cuando se tiene programado el nacimiento de su hija, la situación haya cambiado y pueda estar acompañada de su madre y su famiia.
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“Ahorita no se sabe nada, parece que algunos hospitales dejan entrar al papá a la sala, en otros ya no, tienes que hacerlo tu sola, nada más con el ginecólogo y las enfermeras, no puede entrar el papá a visitar a la bebé, lo vuelves a ver hasta que salgas, si todo sale bien en dos, tres o cuatro días. Cada semana cambian las cosas, estoy esperando a que en estos dos meses que faltan, las cosas mejoren y pueda ser un poco más tranquilo. Aunque pudiera venir mamá, no la dejarían entrar en este momento”, comentó.