Ni siquiera Joan Laporta tenía noción de lo complejos que iban a ser los primeros meses de su mandato en el FC Barcelona. Tras la desastrosa gestión de su antecesor, Josep María Bartomeu, Laporta ha tenido frente a sí el titánico reto de estabilizar las finanzas del club sin descuidar el ámbito deportivo. Para ello, el que fuera el presidente del ‘Sextete’, tuvo que prescindir de Lionel Messi y Antoine Griezmann, así como negociar renovaciones y bajas salariales con las principales figuras del equipo.
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Con mucha labor por delante, Laporta ha comenzado a planificar el futuro a corto y mediano plaza del Barcelona. Para ello, una de las principales consignas del mandamás blaugrana es la de remodelar el Camp Nou. El actual estadio del Barça es, con 99,000 lugares, el estadio de fútbol más grande de Europa. Sin embargo, la idea es elevar el aforo a 110,000 espectadores, así como acondicionar los alrededores del estadio con museos y tiendas deportivas.
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Ante la precaria situación económica, el Barcelona se encuentra negociando un préstamo de un billón y medio de euros (1,740 millones de dólares) con el banco de inversiones Goldman Sachs. Las labores de remodelación en el estadio impedirían que el primer equipo pueda disputar sus partidos en el Camp Nou, por lo que Laporta se encuentra buscando una nueva sede temporal. “Estamos contemplando diferentes posibilidades, pero la que tiene más fuerza es el Estadi Johan Cruyff”, declaró Laporta a la radio catalana ‘Rac1’.
