El Barcelona lo volvió a hacer. Tras una dura derrota 2-0 en la ida de las semifinales de Copa del Rey, el cuadro culé remontó 3-0 en el partido de vuelta y se clasifica a la Gran Final (marcador final 3-2), en la que espera rival entre el Levante y el Athletic Club. Los dirigidos por Ronald Koeman dieron uno de sus mejores partidos de la temporada, y gracias a los tantos de Ousmane Dembélé, Gerard Piqué y Martin Braithwaite buscarán su título 31 en Copa.
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El primer tanto del partido llegó por cuenta de Dembélé. Messi, que inició la jugada, se quitó de encima a tres jugadores del Sevilla para ingresar al área y tocar al ex jugador del Borussia Dortmund. El francés falló en su intento de devolver el balón al ’10’, pero gracias a que la pelota rebotó en Jules Koundé, tuvo la oportunidad de conducir hacia fuera del área y en una media vuelta, sacar un potente disparo que se incrustó en el ángulo del arco protegido por el checo Tomáš Vaclík.
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Para la segunda mitad, el panorama se complicó con un penal a favor del Sevilla, por una falta de Óscar Mingueza sobre Lucas Ocampos. Con un gol, el Sevilla obligaba al Barcelona a marcar en cuatro ocasiones. Afortunadamente para la causa culé, el Sevilla no logró marcar desde los 11 pasos. Marc-André Ter Stegen atajó un penal pobremente cobrado por el propio Ocampo. A partir de ahí, la sensación de la remontada revivió.
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El gol con el que el Barcelona mandó el partido al alargue llegó en el último minuto, con un contundente remate de cabeza de Gerard Piqué a centro de Antoine Griezmann, en el minuto 94. Lionel Messi, capitán del equipo festejó el gol de manera eufórica, algo que de inmediato ilusionó a todos los seguidores blaugranas con respecto al futuro de su máximo ídolo.
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Finalmente, el gol del triunfo llegaría a los 5 minutos del tiempo extra. Martin Braithwaite anotó el gol definitivo con un gran cabezazo al centro de Jordi Alba.
